sábado, 23 de enero de 2010

3 retretes

Anoche Pepe decidió demostrar a una chica una teoría suya (o quizá es una teoría universal pero yo nunca me había parado a pensarlo) acerca de los hábitos de los hombres en los baños públicos. Yo no sé si pretendía ligar con ella o no usando semejante tema tan agradable (terminó por no comerse una rosca) pero el caso es que me usó como primer conejillo de indias involuntario y nos hartamos de reír.

La cosa fue así: me llamó y me acerqué con mi vaso de tubo en la mano, natural, como todo el mundo que estábamos allí. Entonces me dijo:
- Si vas a mear al baño de un bar, o de la oficina, o de donde sea... y hay tres retretes colgados en la pared vacíos, ¿en cuál meas?
- En uno de los dos lados -contesté sin dudar.
Mira a la chica y se intercambian una primera sonrisa fugaz de complicidad.
- ¿En cuál de los dos?
- En el que esté más escondido a la vista. Si sólo uno está en una esquina, en ese.
- ¿Si ese retrete está ocupado en cuál meas?
- En el del otro lado.
Se miraron de nuevo. La complicidad duró más que antes, Pepe la miraba con cara de enterado "¿ves?, te lo he dicho". Ella sonrió mostrando los dientes. En ese momento yo ya había comprendido de qué iba la broma y estaba dispuesto a seguirla. El interrogatorio seguía:
- Vale y si cuando llegas al baño están ocupados los retretes de los dos extremos ¿qué haces?
- Me meto en un water de los cerrados o me espero disimulando a que acabe alguno de los otros dos.
La chica dio una carcajada.
- ¿Pero por qué? -preguntó divertida.
-Porque es así -dije
-Pero alguna razón habrá.
-Ninguna...
- ¿Entonces por qué haceis eso?
- Forma parte de las leyes de los hombres -dije ya riendo.
- ¡Venga ya!
- No sé, nunca sabes quién está a tu lado... y rozarte con otro mientras los dos os estáis tocando la picha...
- Se lo llevo explicando un rato y no me cree. Decía que yo era muy raro y que lo que tenía era complejo o algo.
- ¿De mariquita no? ¡que va! el Pepe es un machote.
- ¡Pablo! Pablo. Ven, ven que te voy a preguntar una cosa...